Detenido…(I)
Me hallo
con los pies húmedos
Observándote
calmo
Sin
rastros de tu embrutecido aluvión
No más,
unas pétreas efigies desperdigadas
Clavados
los pies en la orilla
Y los
lacrimales derramados por la rancia brisa del crepúsculo
El sabor
salitroso de tu recuerdo
Y el
desértico lugar, donde plegabas velas sonriéndome.
Clavados,
en la destrozada roca, hundo mis pies.
Que maravilloso mí querido poeta estar ahí escuchando y compartiendo tan bellos eventos, un deleite para el espíritu, las letras son alimento que llena el alma de sentimientos, calan y permanecen y estando tú tienen que ser sublime, ese Petirrojo no deja de volar, cada día más alto para dicha de todos. Los felicito, por tanto amor a la cultura a la Palabra, esa siempre perdura, un abrazo y espero con ansias el montaje, este es maravilloso , casi tan bello como tus letras, jajaja.
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