Madera
Eres…(y IV)
Lastre
de cañón reventado
Maroma
de unión al suelo
Cuan si
fueran derruidos bosques
Quédame
a los pies de los caballos
Escupiendo
el honor de tu desdicha
Mal
nombro, pues ni eso me pertenece
Éramos fruta
de un edén plagado de manzanas
Y debías
de preguntar, cuánto daño la sabiduría
Que
remanso el discurrir en los meandros sombreados
Mientras
te recuerdo árbol
Y hoy sólo madera eres…