Tintas…

Tintas…

Inmaculado pergamino

En espera del mancillado oscuro.

Noche preñada de silencios

Ambientada en precisos aleteos.

Restos de tu plumaje herido encuentro.

Unas líneas sinuosas

Mensajes quieren advertir.

Mas se me clava en las retinas

El rojo carmesí anunciador de tu desgarro.

Y mi interior llora, el detrimento.

Protegida…

Protegida…

Velos, paños, transparencias

Ninguna importancia tienen

Los vellos se enardecen con el siroco

Acrecentado a tu paso

Esperas tu llamada, tu tirón del brazo

Peligra tu vida, inconsciente

El sultán no te atiende

No te libera, claro, tampoco.

No comprenderás el precio de tu libertad

Hasta que perdida en tu fastuoso serrallo

Encuentres tu alma protegida tras tu gasa

Más fuerte que cualquier celosía de acero.

Eres libre, en tu esclavitud impuesta.

Castigo de hilo…

Castigo de hilo…

Enhebra el cabo

Interminablemente, sin mella

Tal es su entrega

Los demás  mortales maravillados

Nos dejamos engañar, confundiéndolo todo.

El derrotero diario, el tiempo efímero

Clava espuelas sobre su recuerdo

Ella sabe de su caída ante bello canto

Mas se aferra, porque es madre

No hembra

Miles de machos se arrebujan para tomar turno

En la hilada para poseerla.

Entretanto él, siente su cuerpo desnudo

Ante tan agraciada oda.

Te cubres el rostro…?

Te cubres el rostro…?

Los pájaros, círculos bosquejan

Sus huellas hirientes

Marcan una meta.

El fluido carmesí

Derramado de su vientre

Les alumbra como llama luminiscente.

Te cubres el rostro…?

Tras dejarlo fenecer

Te cubres el rostro…?

No des ventaja a las alimañas

El tiempo de actuar ha llegado

Ya le mataste

Ahora no dejes que lo devoren los carroñeros.

Actúa…

Lamento…Se oye.

Lamento…Se oye.

En la larga noche se oye

Un sibilante atronador rugido.

Un gélido cimbreo en los cuerpos

Aterrorizados de los devotos.

Todos temen a la represalia

Todos huyen del castigo

Ninguno se percata del dilema,

Qué será peor la punición conferida

O la ausencia de deidad

A la que ofrecerla…

Rojizo sabor…

Rojizo sabor…

Almizclado tienes el nombre

Ciénaga corrompida de azules cobrizos

Reclamo de tu cuerpo.

Atención exige, KamiKaze

Un diagnóstico erróneo

Una oscura apreciación

Un impulso, una medida desajustada.

Rueda sobre mi escenario

El rojizo sabor de tu nombre

Manchando mis manos

Por qué te dejé ir, gritaba

Enloquecida…ruega una respuesta, que no llegará.

Contrapuntos…

Contrapuntos…

Ausencia, cuerpos intranscendentes

Esperando inhiestos

Estáticos, perdidos en la bruma

Muchos y tan pocos

Sin ligera idea, sin almas

Sin tiempo, sin espera, pacientes

Ni una mota siquiera vibra

Expectantes a su hálito

Las gracias evacuaron de su estómago

Líder, contrapunto

Insignia en un barco sin rumbo

Tú, eres el viento…

A la Deriva…

A la Deriva…

Cambió de rumbo

Dejóse llevar por el extraño olor.

Aromáticas esencias le atraían

Un golpe de timón

Un ladeo de su nave

Una nueva línea, un horizonte azul

Convencido, ese era su estado

Sin importarle otros sinos

Embocó su búsqueda

A la nueva llamada de las nereidas

Habían aprendido un nuevo canto, el aromático…

Oscuridad…menos tú.

Oscuridad…menos tú.

Sombras, rodean tu estancia

Miedos y malévolas negruras

Tras el ocaso de protección

Indefensa te encuentras

Cómo pudiste repudiar a tu dios

Sin buscarte la nueva deidad protectora

Sucumbiste a tus cinco minutos de gloria

Ahora lo pagas

Mas no temas, es difícil

Sustentar las aguas del miedo

Entre tus dedos temblorosos

Por largo tiempo, esa es tu salvación

No temas…

Ascetas…

 Ascetas…

Cuídate de los ascetas…

De la predicación en los cuerpos ajenos

La terquedad del propio

Dejar pasar fresca el agua

Sin dar de de beber al  sediento

Proclamando el bienestar de la restricción

Un estómago atormentado por la gula

Ordena muchas maldades

Apedread al pregonero de la hambruna

Frente a la saciedad de su tripa

Es cierto que el cuerpo del hombre

Es más benévolo regado ricamente con la sangre  de dios

Los púlpitos están llenos de beodos.

A gusto…sin disgusto…

A gusto…sin disgusto…

EL otro lado

Deseas el otro lado

A pesar de las púas inhiestas

……………..estás seguro…………

Cómo habría de no estarlo

Si en este, lo hacéis todo por mi bien

No comprendéis

Que deseo aprender

Y eso sólo lo conseguiré

Equivocándome

……………hijo, aprende

……………………..pero…

……………………………ten cuidado

Pobre madre,

Aún no percató el rasca de mi barba.

NI siquiera miraré…

NI siquiera miraré…

No temas

Este es el fruto

Es suculento, jugoso, meloso

Querías tomarla

Yo te la doy, sobre tu mano

Aprovéchate

Aún eres una vestal

Cuando me pruebes a mí

El postre

Todo cambiará

Y Zaratustra, engañado por el rojizo brillo

Hizo añicos, el postre

Sin esperar a saborear el rojizo manjar.

Ángeles incomprendidos…

Ángeles incomprendidos…

Disnea del sueño

Trastornos psicosomáticos

Arritmias involuntarias

Anormalidades desproporcionadas

Afecciones en tu mente

Disociaciones ambivalentes

Verdaderamente el Infierno

Tu mala conciencia te hará creer en él

Seguramente no serás

Más que un ángel incomprendido.

Indecisión…

Indecisión…

Balanceándose

Saltando entre lianas

La cuerda tensada

Repiquetea la hora

Marcan las señales los tambores

Ha llegado la Gran Decisión

Mas años hace ya, clamaron

Venganza

Y quién tiene sus palmas límpidas

Para no ser tomado, sin equivocación

Como Juez y Parte…

Contaminación…

Contaminación…

Veías a todos correr

Mas tu arrogancia te cegaba

Temían la corruptela de los cuerpos

Decías que tus oraciones te librarían

Cuando el río acabó secándose

Cuando la tierra terminó por resquebrajarse

Cuando tus labios emprendieron

El grito del silencio por un sorbo

Comprendiste tu perdición

Y supiste que tu final

Acabaría fundiéndose como camaleón

Entre las grietas de tus ancestros.

Apártate…

Apártate…

No distingo tu figura

No consigo captar tu hedor

No oigo sonido fructífero de tu ser, salir

Ni siquiera el salitroso rezuma tu aspecto

No temo tu capacidad de obrar mal

No infiero tu presencia

Tan sólo cuando al moverte

Aparta de mi rostro la calidez del astro rey

Fuente de vida

Para un ser ávido de cargar sus decaídas reservas

Protegerme quiero de caer

Al abismo raquítico

Sólo.

Círculos…

Círculos…

Mientras no estuvo

Nadie la echó de menos

Cuando llegó

Todos le eran reacios

Mas como la rueda

Tras conocer, tras sentir el saber

Nadie se conforma

Vociferan contra la ignorancia

Al menos obligada

Si la deseo, yo la tomaré, dicen

Entre tanto la rueda sigue

Trazando sus círculos.

La fe…

La fe…

Igual que la energía

Diría un científico

Igual que dios, el trinitario, o deidades mil

Como señalarían los religiosos

La fuerza que te empuja a seguir

Diría un deportista agnóstico

La belleza que te encandila

Nos expresarían los artistas

Y todos, todas, tienen razón

La fe, no es lo que perdió Lipe

Cuando la cosa se puso turbia

La fe que debemos cuidar, está en el hombre

Y sus coetáneos

Si no creemos en nuestra convivencia

Estamos jodidos.

Mientras sintamos el rojizo bombeo debemos pensar.

Perlas…

Perlas…

No me importará

Siempre que me ates con estilo

No me interesará

Cuantas vueltas le des al atadillo

No me afectará

Si debes ahogar tu vida en ello

No me afligirá

La presión de las cuencas clavadas en mi piel

Pues siempre soñé

Ser tu esclava, amordazada con perlas ensangrentadas

Sé que te suena a sadismo

Pero piensa, Sade sólo le dio nombre

Mas ya habíamos muchos maestros.

Necesidades…

Necesidades…

Dícese del nacimiento del homínido

Joder algunos necios, dicen, desnudo

Si así fuera, como podría evolucionar tanto

Primero fue la hoja de parra

Bueno esto explicación tiene, pulpa de manzana

Pobres, después llego el sado

Llamados elementos del vestuario de emergencia

Inclúyase: ropajes para tapar, lanas para abrigar

Plataformas para subir, lentes para escrutar

Y alforjas mínimas para acarrear

Parecióse que en vez de a la parra

Joder, iban a por brevas. Necesarias eso sí.

Sesgos…

Sesgos…

Dime si fui culpable

Dime si tus heridas rezuman odio

Dime si las vendas amordazan tu cuerpo

Dime si erizadas las tienes por mí

Dime si los azabaches quieren mirarme

Dime por qué las incoloras lágrimas tintaste oscuras

Dime el odio que te corroe

Dime tu sentir, aunque sea una vez

Pero al menos dime algo

No comprendes que mi anhelo

Siempre fue escucharte, y no lo supe hacer.

Expulsión…

Expulsión…

Dícese del chico

Tomado por indocumentado

En un lugar cualquiera

Como un pequeño terreno UE

De greñas cresteadas, indican

Miedo a los vecinos

Infundan sus apariencias

Que lo echen, si es casi negro

Y un poco ladeado de maneras, que lo echen

Tras presiones al uniformado

Como salomón, dos opciones

O le cortamos en dos

O expulsión…

Fácil elección, cierto!

Protección…

Protección…

Mientras amantados están

Vale, qué mejor

Tras una educación

Vale, enfilar su camino

Apuntadas sus protuberancias

Se convertirán en fieras

Cuidémonos de la prudencial distancia

Pues quién podrá concebirnos más deterioro

Sino nuestras mimadas crías

Tus Viajes…

Tus Viajes…

Historias y más historias

Cuentos y grandes epopeyas

A tu lado imposible atrapar el tiempo

Acaso con aquella maravilla suiza

Mis recuerdos se humedecen

Esperándote junto a la proa de tu barco varado

Me acicalo por si vuelves

Engalano mis curvas pues decías

Eran lo único que te daba vértigo

Mas comienzo a pensar

Que no soy más que otro puerto

Donde tu parada fue una necesidad funcional

Te esperaré, hasta nuevo atraque.