Castigo de hilo…
Enhebra el cabo
Interminablemente, sin mella
Tal es su entrega
Los demás mortales maravillados
Nos dejamos engañar, confundiéndolo todo.
El derrotero diario, el tiempo efímero
Clava espuelas sobre su recuerdo
Ella sabe de su caída ante bello canto
Mas se aferra, porque es madre
No hembra
Miles de machos se arrebujan para tomar turno
En la hilada para poseerla.
Entretanto él, siente su cuerpo desnudo
Ante tan agraciada oda.
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