Recuérdame
Tras el Alfeizar…(y IV)
Un
atolón, un embarcadero, unas velas y tu cuerpo
Unas
aguas mecidas por brisa lenta
Un
tiempo de letargo tras la escama seca de mi costado
Unos
latigazos de miembros fantasmas, que bailaban con mis miembros inferiores,
cruelmente
Una vida
destrozada por el quebrado de unos huesos bañados en etanol, caballo y trotes
en la tormenta
Una
falsa ilusión, una realidad gélida y una nueva oportunidad
Retruque
de melodías en unas teclas marcadas por las letras
Un
escondite de sonidos difusos y silencios hirientes
El
melódico duduk nos enseña a sorber el hilo de vivencia que arrastra el
crepúsculo que acontece al sueño,
Esperando el rejuvenecedor nacimiento, de otro día,
de otra vida, lejos de aquella, mas vida. Un alfeizar cargado de sonido nos
separa en las teclas de nuestro hacedor de historias. Recuérdame. Ya las velas
se plegaron, tras el alfeizar.
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